AQUELLOS TIEMPOS PASADOS.

Sumido en el recuerdo de auqella Chirgua, que nos vió nacer y crecer, cuando aún se respiraba aire puro sin contaminantes, salvo el humo que se desprendia del fogon de las casas, el cual servia de cocina para los alimentos que consumiamos a diario y uno que otro agente quimico para controlar la plaga de los sembradios; Ese olor carasteristicos que se me viene  a la memoria en este instante, me traslada imaginariamente a esos tiempos pasados y revive todas esas vivencias en las que comenzamos a aprender a querer y amar ese hermoso valle, su clima, su gente, sus costumbres, la sencilles de sus habitantes y todo lo que ese tiempo permitia sanamente desarrollar.Tiempos cuando la faena comenzaba muy temprano de el lunes hasta el sabado desde las cuatro de la mañana, con el ordeño los que tenian su vaquita, los cuales eran casi todas las familias, luego al conuco, la parcela a trabajar todo el dia hasta caida la tarde casi al anochecer; La comida se le llevabaal sitio de trabajo y cuanta comida, en el desayuno y el almuerzo, daba la impresion de un festin: Arepas rellenas del salao caracteristico que no cerraban de lo cargada, acompañada no de una taza de café, sino de una botella de un litro y los que podian un termo grande y que no decir del almuerzo, este era de tal magnitud que daba la impresion que era para varias personas, sin embargo era para una sola, quien gentilmente le ofrecia  alos que le visitaban a su sitio de trabajo o los que por alguna razon no podian llevar; Cierto que habia pobreza, pero esa pobreza se reflejaba en lo metalico, lo que conocemos como dinero circulante, en cambio como sobraba la comida para compartirla, es verdad, eran otros tiempos; Tiempos en que el sancocho dominguero de gallina criolla era un compromiso ineludible, podemos imaginarnos la voz de la vieja: "Agarrame la piroca, que esa no pone mas", la verdura en el patio de la casa, dode se sembraba ñame,ocumo, yuca y el cilantro de monte infaltable como aderezo. Eran si, otros tiempos; Tiempo en el cúal la mayoria de las personas  se ocupaban de cosas relacionadas con el bienestar de la familia y el buen trato con el resto de las personas que lo rodeaban, tan asi es el caso que una solidaridad automatica y espontanea existía, era muy comun compartir la comida, sin importar las distancias, bastante caminé yo para hacerle llegar algun bocado preparado por mi madre (Que paz descanse), a una amiga, comadre o familiar y de regreso volvía con otro tanto de algo, (una gallina, verduras ocualquier cosa que compensara lo que se habia enviado), claro eran otros tiempos; tiempos donde los valores morales era un deber un compromiso, una obligacion, el respeto hacia la persona mayor no tenia objecion de ningún tipo y por ende a nuestros propios padres como mandato supremo del DIOS todo poderoso, tiempos cuando las creencias en aparecidos eran un factor común y parte de las vivencias de los habiotantes de Chirgua, tiempos cuando los cuentosa de nuestros abuelos nos entretenian de tal manera que quedabamos atonitos meditando sobre la veracidad del mismo sin atrevernos a pensar que podia ser mentira (para que television en ese entonces), tiempos en los que nuestros padres nos hablaban una sola vez y obedeciamos (ay de aquel que osara en desconocer esa primera voz), tiempos en los que nos sorprendia era la huida de alguna moza con su novio que nadie sabia de su relacion, tiempos bonitos, tiempos amargos, de abundancia y de escasez, de alegrias, de tristezas, de sueños, de frustraciones, pero eso si, tiempos sanos en todo el sentido de la palabra, librados de tanta injusticia, indolencia, irrespeto, tiempo cuando la palabra tenia valor, tiempo cuando los chirgueños tenia sentido de pertenencia y era muy celoso con su tierra. Hoy vivimos un tiempo porsupuesto diferente, donde la desconfianza hacia nuestros semejantes nos raya e impide ser lo que fueron nuestros abuelos que dentro de sus limitaciones generales, tuvieron el privilegio de disfrutar la vida en pleno, sin tantos vicios que atrofian a la socidad de hoy. Tiempos aquello que no volverán y estamos convencidos de ello, lo que no nos impide en soñar y añorar esas vivencias cortas en nuestras vidas, que despertaron la razón de amar a esta hermosa tierra de CHIRGUA.                                                                Jacinto Brito.